Después de un largo tiempo en el que la vida no ha sido lo que debería ser, todos tenemos ganas de volver a la normalidad, con más ganas y más fuerza, es decir, que todos queremos resurgir de nuestras cenizas.
El Fénix es un ser capaz de coger algo como una derrota o una caída, y convertirlo en un motivo por el que seguir luchando. Este año, el grupo Scout Fénix 215, estará aun más cerca de ser esa ave capaz de curar con sus lágrimas y adquirir una fuerza de voluntad inmensa. Porque a este grupo Scout no hay nada que lo pare. Y prueba de ello es la acampada de inicio de ronda de los días 16 y 17 de octubre, en la que hemos demostrado estar más unidos y más fuertes que nunca.
¿Qué me dices?
Jorge.
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